III – Realismo Bizarro
Por Joaquín Rodríguez ___ Hay veces en las que divagar es fácil, pero los dos artículos anteriores no fueron producto de eso, no fueron simples excusas para no escribir este último, que viene girando en mi cabeza hace tiempo. Esto, estas líneas, por el contrario si lo son. Tengo una tradición que me sostiene, el (di)vagar por las calles fue una parte fundamental para la literatura del siglo XIX-XX, la mejor forma en la que un poeta podía presentar su realidad, era a través de la figura del Flaneur 1, y entonces, Baudelaire con “Las Flores del Mal”, y Girondo con sus “Veinte poemas para ser leídos en el tranvía”. Era el sentimiento. Entonces decir que “las chicas de Flores viven en la angustia de que las nalgas se les pudran como manzanas que se han dejado pasar”, no es hablar de eso (alguna vez oí ya no recuerdo a quién la frase “La poesía, la literatura, siempre es no hablar de lo que se está hablando”). Todo, hasta el realismo social de los más panfletarios revolucionarios, tie...