I o Justificación de lo “falopa” de mis citas

 


Les presentamos la primera parte de un artículo tríptico de Joaquín Rodríguez. Esperamos que lo disfruten y dejen sus comentarios al respecto.


Susy Shock aclara en el prólogo del libro “Muchacho” de Mana Bugallo que no cree en la noción de under. Explica que para creer en un abajo hay que hacer lo propio con un “arriba” y que eso no la convence por quién decide eso. Tristemente o no, la noción del “under” (siempre en masculino singular) está ya cristalizada en nuestro lenguaje, el arriba que determina qué es lo que está abajo triunfó, aún en las lenguas de los que como yo, o esta revista, o Mana Bugallo, vivimos en el ambiente e intentamos hacer algo interesante, reivindicarlo, o al menos usarlo hasta que alguien nos reclame desde arriba 1.


Este artículo no es para reivindicar al “under” que bien se reivindica a sí mismo, es, junto a la siguiente parte de este tríptico, una larga nota al pie, con sus propias notas al pie, para justificar ciertas licencias que me voy a tomar en el artículo final. Licencias que tienen que ver con la ejemplificación que suele generalizar y para ello tomar a los clásicos. Van viendo lo que quiero que vean. Yo, en calidad de relator de lo siguiente, voy a citar y traer al papel a muchísimos artistas a través de su arte que son, al menos, poco conocidos, y por esto me justifico diciendo que el “under” es, esencialmente y desde su configuración misma, contrahegemónico. Y que si quiero decir algo interesante, rompiendo 3 o 4 moldes plásticos en el camino, me parece por lo menos lógico que en el proceso tome, no ya a Borges y Cortázar, que cansados están, sino a Mana Bugallo o a Mala Fama (Ya se viene la explicación).


Y entonces usted , lector, dice “¿Mala Fama, under, qué flasheas?” y entonces yo, como Barthes anfibologiza, reculo 2. No, Mala Fama no es under, es algo mucho peor, bastardeado y descalificado, es “popular”. Y me pregunto si no se dan cuenta cual es mi punto, si no, se los digo. Si el “under” que resignifica significantes académicos e intenta rebelarse contra una forma impuesta es contrahegemónico, el género popular, que canta, baila y dice en todas las esquinas de mi barrio, que ni siquiera se interesa por lo que los genios desde sus torres de cristal digan es, al menos, en la misma medida contrahegemónico(Claro que en este caso estoy tomando a la hegemonía como la academia, como los ladrillos sapo de la facultad de Filosofía y Letras que en este momento me rodea, acepto discusiones al respecto).


Por eso, aunque las condiciones son antagónicas, aunque lo popular está alejado de lo “under” (hasta en el lenguaje), son críticas en los fundamentos de los esquemas preestablecidos, son las vanguardias vanguardizantes, los sobrinos que fueron dados para ser tirados al río por los clásicos, y como Edipo o Moisés, ahora vuelven con una espada o un ejército a pedir explicaciones. Así que si encuentran alguna referencia que les parezca fútil, vuelvan a este texto. Yo lo advertí.


1 “Prólogo” de Muchacho de Mana Bugallo. A encontrar en cualquiera de sus presentaciones


2 No puedo recordar el texto, busco y busco y no lo encuentro. Tengo un cierto recuerdo de una clase en la cual se hablaba de esto. Esta nota al pie es más un “por si acaso me acuerdo” que otra cosa. Disculpen la molestia.


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