"La foto" de Aimée Gabriela

Una vez más, Kevin despertó con la mirada muerta del buitre clavada en el objetivo de su cámara, el corazón le gritaba que hiciera algo y las piernas sordas. No deseaba moverse, quería engañar a la vida, que lo diera por muerto. En su mente de nuevo esas imágenes, no era un sueño. ¿Por qué no? ¿Por qué me fui?, intentaba perderse entre la seda y los doce almohadones de algodón. Se levantó y caminó diecisiete pasos hasta el espejo del tocador, el reconocimiento con su nombre y los quince mil dólares. Levantó la mirada hacia el espejo y la clavó en las comisuras de sus labios. Intentó sonreír, pero el recuerdo del cuerpo seco de la niña y los ojos pacientes del depredador, se lo impidieron. Cinco, siete, nueve pasos más. Se metió a un pantalón y a una playera, terminó de vestirse y bajó corriendo los veinte pisos que lo separaban de la gente viva, que no fue tan desafortunada, que le recordaba todos los días, los lugares donde se perdió, la pobreza que lo rodeó. El dolor que lo miró a ...