"El hombre habla de ríos", comentario a la poesía de Langston Hughes de Franco Guarrera




Acabo de recaer sobre el poema del querido Langston. Digo querido, no por elemento de cercanía sino por legítima cualidad de adverso. 


/ He conocido ríos / He conocido antiguos ríos como el mundo y más antiguos que el fluir de sangre humana en humanas venas / O, quizás / He conocido ríos: / ancestrales, oscuros ríos. / Mi alma se tornó profunda como los ríos. /


En el poema, la figura del alma - o en su idioma original "soul"- constituye, convenientemente, la imagen del río en su cualidad de «continuo» y, naturalmente, en el concepto de «corriente». Cuando digo conveniente me refiero a que la misma imagen de río que se ha evocado no es diferente a la de tradición; la idea de que el alma tiene una característica símil a la del río, la profundidad. Así como aquel cercano «Yo es otro», el alma conoce y es, los ríos. La tradición es vehículo de espejos, en su misma etimología vemos que viene del latín "traditio" el cual tiene por prefijo "trans" que viene de "dare" (mandar, circundar). El alma circunda con los ríos. Los abarca, como también los ríos son el alma. 


«I've known rivers» 


Vilariño concibe un concepto que es esencial para entender la poesía de Hughes: más que un hecho estético, «el poema es un hecho sonoro». Y para ser franco, ya en el ritmo está dado el centro de gravedad del poema. La construcción de una erótica. 


Así como en el poema "The weary blues", "suena una melodía somnolienta y sincopada", la construcción de lo sonoro es una condición metonímica del centro de gravedad, en este caso, con un ciudadano afroamericano de la clase trabajadora en un bar de Lenox en los años de Hughes, frente a un bluesman, como contexto, o simplemente, un hombre hablando de ríos.


Lo político, lo social, lo metafísico, lo estético y lo sonoro son elementos metonímicos que hacen a la construcción de una erótica del poema. El poema antes que tinta es sonido, y después también. El alma es profunda como los ríos cuando se dice río, cuando se dice alma. En la síncopas del querido Langston está el alma, el hombre, y el río. 


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