Leyendo desde el amor
Por Joaquín Rodríguez
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Y que sepas que te quiero
pero tanto, tanto que te quiero libre
Paradoxus Luporum – Te quiero libre
Se viene hablando sobre amor. Mucho, mal, intenso, meh. Se viene hablando sobre amor y sobre escribir enamoradx, sobre escribir al amado y al amante. Sobre eso Barthes sí, y muchxs más.
Interesante (1), particular, me resulta otro tema. Más desde la posición de la recepción si se quiere. Desde leer enamoradx, y de la prensa terrible que estx lectorx tiene.
No importa que sea Borges o Piglia, nadie puede emitir una lectura real y crítica sobre lo que escribe lx amadx. Su vista se nubla, no sabe lo que dice, está emboludecidx o quiere cojer. Las explicaciones varían y mutan con el tiempo y las ganas.
Unx tiende a creer estas explicaciones, aún desde el inconsciente, el amor pone lentes color de rosa a cualquier lectorx, y aunque su compañerx escriba mierda, pura porquería, lxs enamoradxs leerán en su lugar a Bécquer (o en su defecto cualquier autorx que sea de su gusto). O, si efectivamente lo lee y es mierda, lo emparchará en la devolución.
No voy a plantear algo ideal, estoy seguro que está plagado de poetas en sucuchos de Parque Patricios que dirían lo que fuera por bajarse a una pibita que recién arranca a escribir. No es una teoría la que quiero marcar, sino tal vez, otra razón.
Me parece que hay dos factores que se unen para esta especie de visión amorosa. El primero es asimilable al que se da cuando aparece un texto nuevo de Borges o de Foucault. No importa que sea una conferencia que dió en la Municipalidad de Samborombón sobre la forma de las aletas de la marsopa. Hay algo del nombre, familiar o conocido, que asociamos directamente al bienestar, a buenos textos y buenos momentos, una predisposición a que eso le guste a unx, que sin dudas actúa suavizando bordes.
Pero por otro lado, me parece fundamental recordar. Eso, el recordar, y por eso el conocimiento. Pocas personas conocen más a lx escritorx mientras escribe algo, que su compañerx.
Estx, sería, de alguna forma, lx perfectx intérprete (de lo que lx escritorx quiso decir, y, en la agonía del autor, la “mejor” en tanto que lx escritorx cree que lo que escribió es bueno y por ello lo comparte).
Entonces, así como alguien que estudia Guerra civil española, probablemente disfrute más que cualquier lector una buena novela histórica del período, por los detalles y los guiños precisos, alguien que ama a, por poner un nombre, Joaquín Rodríguez, probablemente pueda ver mucho más claro qué quiere decir cuando dice “Sobre amor se viene hablando” o por qué decide poner este epígrafe, que vos, lectorx, que a esta altura francamente ya debés estar deseando que termine.
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(1)Recuerdo, probablemente en alguna conferencia, algo que mencionaba Borges sobre la categoría de “Interesante”, tan relacionado con su misma etimología. Pensándolo como lo que produce interés pero no tiene valor de verdad.
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