Cómo escribir un poemario/un libro de poemas (I)

por Martín Domínguez

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Como todo título, este también es una trampa. Una frase que dice algo, parece englobar todo lo posible sobre la temática en cuestión que va a abordar el texto. Vale la aclaración entonces, puede que unx se siente a escribir un poemario/libro de poemas (los voy a usar como sinónimos por ahora), o puede que ya tenga los textos escritos.


Si se googlea, si se busca en bibliotecas, universidades, y demás lugares info sobre cómo escribir un poemario, no van a encontrar nada. Quizás cosas sobre cómo autoeditarte, o sobre “Cómo escribir un poema”. Pero nada de un libro de poemas. Por eso esta serie de artículos, si tengo la suerte de seguirlos. 


Primero que nada queride lectore, como decía antes, quizás tengas poemas escritos y quizás quieras escribir un libro de poemas. En ambos casos, los juegos son diferentes. Si ya tenés poemas, hay que juntarlos, ver si tienen alguna relación en común, no necesariamente racional, puede ser una época, un orden temporal, un sentimiento, un concepto hiper filosófico, o que simplemente querés juntarlos. Con que haya algo alcanza, somos bichxs sociales del sentido. Algún sentido quieras o no le vas a dar. Distinto, es el caso de un poemario más conceptual, intelectual, que no quiere decir que solo surja de una idea preconcebida intelectualmente (puede que sí, puede que no). Pueden surgir tus ganas de escribirle poemas a la luna, y que sea un poemario sobre eso, como sobre la différance de Derrida. Acá no hay nada inválido. 


El primer consejo entonces es, junta los poemas, y fijate como te sentís con respecto a ellos, confía en tus “instintos”. Y primero trabajalo vos, corregí lo que haga falta corregir, armarlos en diferentes órdenes que te parezcan por los ejes que a vos te interesen: sentimiento, sentido, textura, racionalidad, cronológico, sincrónico, como los tenía tal o cual autore, lo que quieras (forma más profunda y narcisista del etc.)


Después que sientas que va encaminado, busca a algúne amigue, pariente, alguien que sepas que te lee, y te acompaña, te pregunta, que no te bardea ni te es condescendiente, ni que le parezca una mierda ni una maravilla. Está bueno que alguien te diga algo, más allá de que le gusto o no, según tales o cuales criterios, alguna mirada que te haga crecer. Abrilo despacito al mundo, y si va como querés, después quizás podés mandarlo a algún concurso/editorial, pero esa es otra historia. Para el próximo artículo, te cuento más en detalle, el problema de las correcciones en relación a cada poema como un universo propio, y en relación a todo el poemario como un multiverso. 

Si te gusto este artículo seguro te va a gustar este también:

👉Cómo escribir un poemario/libro de poemas (II): Corregir

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