¿Qué significa el término "Orwelliano"?






por Martín Domínguez

El problema con el término orwelliano, es el problema de todas las palabras y las cosas. Algo viejo ya en la filosofía, pero que vale la pena recordar, es que las palabras no son las cosas. Como en el famoso cuadro de Magritte donde se representa una pipa que además tiene la leyenda “C'est n'est pas une pipe” (“Esto no es una pipa”), que luego Foucault lo usaría para su libro Las palabras y las cosas[1]. Por una cuestión de costumbre, de asumir la vida y el mundo (por ende también el lenguaje) como algo dado, para poder funcionar y no angustiarnos o parar a pensar cada día y a cada minuto qué es el ser, qué hace que una cosa sea lo que es, qué es la existencia, qué es existir, qué es una cosa, quién determina que es una cosa y que no lo es, etc. es que siempre lo olvidamos y continuamos con la vida. Pensamos que los conceptos efectivamente si los trabajamos y refinamos van a representar fielmente eso de lo que estamos hablando y que asumimos que “representan” o “dan cuenta” o “son” lo que estamos hablando. Baste con recordar que las palabras son sonidos, convenciones y balbuceos que se dan de forma arbitraria, por convención, inconsciente, cultural y socialmente, y que no son algo que establezcamos por voluntad solamente. Eso, como para rápidamente dejar de pensar y suponer que cuando hablamos de algo, es que realmente estamos hablando de ese algo/cuestión/cosa.



El morfema/terminación –ano, viene del latín –anus[2], y se lo usaba en principio para dar cuenta de la pertenencia de las personas a un lugar. De ahí los adjetivos gentilicios como africano, americana, sevillano, etc.  Luego se lo empezó a usar para hablar no solo de los lugares, sino también sobre temáticas y personas; palabras como “orwelliano” son conocidas como adjetivos deantroponímicos.  El problema siempre es el mismo, que somos finitxs, mortales, pero pensamos que si debatimos y “ganamos” o “tenemos razón”, eso va a hacer que de lo que estemos hablando sea verdadero (o más verdadero). Pero en vez de discutir con distintas interpretaciones, para saber qué es lo “orwelliano” (que además es algo irresoluble y aporético) basta con ver cómo se lo ha usado y cómo se lo usa..

Por empezar, la forma más literal de entenderlo es obviamente que está referido a Orwell, o que tiene que ver con todo lo que esté vinculado a Orwell, de ahí la terminación –ano. La pregunta que nos podríamos hacer después es, ¿particularmente a qué de la obra de George Orwell refiere? Ya que no es a todo en Orwell, sino principalmente a aquello por lo que más se conoce al escritor que son sus denuncias sociales a regímenes totalitarios, y sus métodos de vigilancia y control en sus novelas distópicas.  Sobre todo el término se origina por la novela más famosa del escritor inglés, 1984. La novela trata sobre una sociedad totalitaria, controlada por un Partido, donde hay un Gran Hermano que vigila en todo y a todo momento a la población.H ay diversos Ministerios encargados de contarle “La verdad” al pueblo, por ejemplo, el Ministerio de la Verdad, que elimina pasajes históricos y palabras del diccionario y noticias de los diarios. También había una Policía del Pensamiento que detenía y reprogramaba o mataba a las personas que dudaban del régimen. Se publicó la obra en 1949, luego de derrotar a los nazis y ante el crecimiento de la figura y el terror del estalinismo en la URSS.

El término “orwelliano”, entonces refiere por un lado en el nivel más literal a lo que esté vinculado a Orwell, en un segundo nivel a regímenes totalitarios, y en un tercero más específico a cómo esos regímenes manipulan consciente, inconsciente, cultural, lingüística y tradicionalmente a sus pueblos, a través de generar culpabilidad, utilizando sistemas tecnológicos súper avanzados de control para hacer inteligencia y espiar, envolviéndolos en una mitología nacionalista, y haciéndolos esencializar y natural esa formación histórica y arbitraria temporalmente situada, como algo que siempre existió y siempre va a existir. Uno de esas formas generadas en la subjetividad tan fascinante y terrorífica que describe Orwell es el doblepensar, que consiste en que las personas porque “es lo mejor”, sabiendo que están manipulando y mintiendo sobre algunas cosas, lo hagan porque  creen que hay una verdad más profunda por la que hacerlo,  como por ej el Partido, el Gran Hermano, o la Revolución), todo por un bien mayor o para evitar el mal menor. Así en la novela el enemigo y las circunstancias de la enemistad cambian según le convenga al régimen de turno.

Como señalamos al principio tampoco este artículo es exhaustivo sobre lo que “orwelliano” significa, sino que al contrario, con este pantallazo invita a todas las personas, a que si les interesa esta cuestión sigan leyendo e investigando sobre el término. Renunciar a “La verdad” como algo absoluto, objetivo y autoevidente, a ese esencialismo más dogmático, nos permite aprender y observar mucho más sobre la “cosa” de la que “estamos hablando” que si solo tomamos partido por una de las respuestas/formas de verlo.



[1] https://monoskop.org/images/1/18/Foucault_Michel_Las_palabras_y_las_cosas.pdf

[2] https://infoling.org/elies/39/elies39-9.pdf

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